domingo, 20 de mayo de 2012

Envejecer


El envejecimiento se ha definido como un proceso de deterioro donde se suman todos los cambios que se dan con el tiempo en un organismo y que conducen a alteraciones funcionales y a la muerte.
Por lo general el envejecimiento es algo que a la gente no le gusta y querría evitar, de aquí que haya muchas películas basadas en esto: en gente que no envejece, que consigue no tener arrugas mediante pócimas, que es inmortal… porque este sería el sueño de muchas personas.
Aunque esto siempre a sido ciencia ficción en la actualidad si se puede evitar tener arrugas mediante la cirugía estética, y con ella borrar cualquier signo de vejez. También con los avances que ha habido en medicina se ha conseguido alargar la vida del ser humano pero sin llegar a evitar la muerte.
Hay gente que incluso ha reconocido tener pánico a envejecer y esto es algo que le ocurre sobretodo a gente que vive de su cuerpo. Este es el caso de una actriz que en una entrevista lo reconoce:

VANESSA HUDGENS TIENE PÁNICO A ENVEJECER

Vanessa Hudgens solo tiene 21 años, además es una de las actrices más guapas de Hollywood.
Ella sabe que es muy guapa y que es joven, pero también sabe que la belleza y la juventud no son eternas, por eso está empezando a utilizar crema antiarrugas para retrasar lo máximo posible la aparición de estas marcas de envejecimiento.
"He empezado a utilizar cremas antiarrugas. Creo que cuanto antes mejor, además, los productos que se encuentran a la venta hoy en día son geniales. ¡Prefiero ponerme un poco de crema a que me salgan arrugas!".
La verdad que este comportamiento puede volverse una obsesión, ya que a la edad de 21 años aún no asoma ninguna arruga en la cara. Sí que es cierto que hay que cuidar la piel con limpieza e hidratación diarias, pero las cremas antiarrugas no son necesarias por los menos hasta los 30, y Vanessa solo tiene 21 años.
Esperemos que Vanessa se calme un poco y no empiece a obsesionarse con permanecer eternamente joven o acabará como algunas actrices, totalmente enganchadas a la cirugía estética...

Pero al contrario que esta mayoría de la gente hay otras personas a las que no les molesta envejecer, pues para ellas esto quiere decir que han vivido.
A la mayoría les preocupan las arrugas pero no todos llegan al extremo de querer hacer cualquier cosa para evitarlas, simplemente asimilan que se están haciendo mayores y que eso son cosas de la edad.
Desde mi punto de vista envejecer no es malo, me parece que es algo maravillo porque como ya he dicho eso significará que has vivido, una vida buena o no tanto, pero la has vivido, que has viajado, conocido gente, disfrutado… Actualmente el sueño de no envejecer es solo eso, un sueño, así que si alguien consigue convertirlo en realidad pues perfecto y si no, no estemos preocupados por esto y pensemos simplemente en vivir.





domingo, 15 de abril de 2012

¿Presente o futuro?

Mi pregunta de esta semana es: ¿debemos vivir el momento o es mejor pensar en el futuro?
Si únicamente pensamos en el momento y no nos preocupamos por el futuro, si no nos preocupamos de cómo pueden repercutirnos nuestros actos en el futuro estaremos expuestos a cualquier cosa pero igualmente si solo pensamos en el futuro y no nos centramos en el presente no disfrutaremos en la vida: "Por pensar ansiosamente en el futuro descuidan su hora actual con lo que ni viven el presente ni el futuro"
Vivir el momento no quiere decir que no debas preocuparte por el futuro, o hacer cosas imprudentes e irresponsables, sino que cuando hagas algo te concentres totalmente en ello en lugar de llevar la mente al pasado o al futuro, porque sea lo que sea, cuando estés andando por la calle, con los amigos o limpiando en casa trata de ver las cosas buenas de esos momentos y las que más te gusten como una puesta de sol, una sonrisa o algo que creías perdido.
Un pensamiento erróneo que se tiene es que vivir el momento significa hacer todo aquello que nos apetece pero esto no es así, porque si a alguien lo que le apetece es estar todo el tiempo de fiesta y bebiendo no esta viviendo el momento sino que puede acabar estropeándose la vida.
También se puede vivir el momento y a la vez pensar en el presente porque tu puedes marcarte una meta pensando en ese futuro y disfrutar al máximo todo lo que hagas para alcanzarla.
En mi opinión debemos vivir el momento, lo que quiere decir intentar sacar lo mejor de cada cosa que hagamos pero hacer esto sin perder de vista el futuro, no debemos preocuparnos únicamente de él pero tampoco debemos olvidarlo porque tarde o temprano nos llegará a todos y tendremos que afrontarlo, por lo que pienso que es mejor ir un poco preparados. No debemos olvidar que el tiempo siempre está pasando y que cada momento es único e irrepetible.

domingo, 25 de marzo de 2012

La felicidad

Hoy en día todo son malas noticias y parece que en el mundo todo va mal ¿pero esto es así en realidad?
No dejemos que las apariencias nos quiten la felicidad.

martes, 20 de marzo de 2012

El recuerdo nos protege.

Una de las preguntas que me he planteado muchas veces es: ¿que pasaría si pudiésemos olvidar ciertas cosas?, con esto no me refiero a olvidar muchas cosas, como ocurre con la enfermedad del alzhéimer, sino a olvidar ciertos momentos, ciertos recuerdos que nosotros deseáramos.
Si esto fuese así nos sería más fácil perdonar pues no recordaríamos aquello por lo que nos enfadamos y lo que nos hizo daño, y tal vez seríamos más felices por esta misma razón, que no recordaríamos las cosas que nos hacen daño sino solo aquellas que nos producen alegría.
Quizás borrar los recuerdos de gente que ha sufrido mucho y cuyos recuerdos solo le producen rencor podría evitar que estos se enfrentarse a la gente que les hizo daño, pues hay gente que se crea problemas por rencor y por querer venganza por algo que ocurrió en el pasado.
Sin embargo si olvidásemos las cosas malas lo más seguro es que estaríamos condenados a repetirlas pues volveríamos a caer en los mismos fallos.
También seríamos más fáciles de engañar por el mismo motivo, porque repetiríamos nuestros errores y cualquiera podría aprovecharse de esto.
Al borrar estos momentos no estarías viviendo tu vida sino que te estarías creando una a tu manera, pues la vida tiene sus momentos malos y sus momentos buenos y si los eliminas lo estas cambiando todo.
Todos aprendemos de nuestros errores por eso pienso que olvidarlos no es una solución sino que debemos recordarlos e intentar no volver a repetirlos para así poder aprender de ellos. Por lo que creo que en cierto modo el recuerdo nos protege de nosotros mismos impidiendo que volvamos a realizar los mismos errores y nos protege de los demás al recordar que una persona nos ha hecho daño o nos ha engañado y que no nos vuelva a ocurrir. Si olvidásemos algo estaríamos condenados a repetir los mismos errores pues como Nicolás Avellaneda dijo:
Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.
Porque aunque en ese caso se refiriese más bien a guerras o problemas de un pueblo o un país esto también puede aplicarse a cada persona, pues me parece que el resultado sería el mismo, se repetiría. Además si esto se hace como solución a un problema realmente no creo que se esté solucionando nada, simplemente estarías evitando la realidad. Y por último decir que no tenemos porque olvidar solo dejar abandonado en la memoria y dejar que aparezca ese recuerdo solo cuando nos sea útil.

lunes, 20 de febrero de 2012

¿Que eliges?

Actualmente la publicidad, los amigos y en definitiva la mayoría de la sociedad nos empuja a valorar más lo material que lo sentimental pero, ¿es lo más correcto?
Casi todo el mundo pensamos que una persona que lleva mejor ropa o que se junta con otra que tiene un mayor nivel económico es mejor que alguien con un menor nivel adquisitivo, y esto es algo que nos ha enseñado la sociedad.
Otras personas cuando deben elegir entre algo con cierto valor sentimental o algo de valor económico no tienen claro con que quedarse.
Pero no debemos olvidar que todo lo material acaba desapareciendo, que incluso cuando ya no estemos la gente nos recordara fundamentalmente por lo que fuimos, y si nosotros estuvimos preocupados de lo material y no nos centramos en los pequeños detalles, aquellos que pueden hacer felices a los demás, tal vez esa gente no tenga el mejor recuerdo de nosotros.
Está claro que el dinero, por ejemplo, te puede ayudar en muchas situaciones, y que actualmente como he dicho antes mucha gente te valorará por él, pero cuando eso desaparezca, ¿esa gente también lo hará? Seguramente si, y entonces solo te quedarán los recuerdos de esos momentos que pasaste.
Esta es la última escena de una película basada en el “cuento de navidad” de charles Dickens en la que se observa como el anciano lo comparte todo con otra familia más humilde, pero al principio de la película era un avaro sin amigos debido a que nunca pensó en los demás, sino que solo se preocupaba por su dinero.
En mi opinión se debe valorar más lo sentimental, ya que lo material es efímero y tarde o temprano desaparece, y creo que a toda esa gente que se deja llevar por cosas materiales no podemos llegar a conocerlas nunca realmente, pues no sabemos como serán cuando todo desaparezca, si nos abandonaran y todo se acabará. Así que no debemos dejarnos influir por la sociedad, sino que debemos ser nosotros mismos.

martes, 7 de febrero de 2012

La finalidad y sus medios

Hoy se me presenta la duda de si debo hacer todo lo que pueda para conseguir lo que quiero, lo que podría resumirse como: ¿el fin justifica los medios? Con esta frase se quiere decir que toda acción buena o mala será justificada por lo que se propuso en un principio.
Esta es una pregunta muy compleja y en la que hay que tener en cuenta varios factores como lo importante que es el fin, si esos medios afectan a otras personas, con que gravedad afectan a los demás…
Si los medios no afectan a ninguna persona, a ningún animal ni a ninguna zona común no existe ningún problema y puede hacerse todo lo que sea posible para conseguir el fin.
El problema aparece cuando estos medios si afectan a alguna persona pues entonces hay que tener en cuenta hasta donde queremos llegar o si seremos capaces a hacer algo que pueda afectar a otros. Llegados a este punto las opiniones son variadas ya que algunos piensan que eso no importa y que hay que hacer todo lo que sea posible para lograr nuestro objetivo, mientras que otros opinan todo lo contrario y que una vez que afecta a otros no se debe seguir adelante, o que se debe buscar otra forma de hacerlo.
Cuando los medios afectan a otros una forma de decidir qué hacer es pensar en que te gustaría que hicieran contigo, simplemente teniendo un poco de empatía podrías decidir que hacer.
Un ejemplo de este dilema es: a un hombre que vive con sus hijos y su mujer le ofrecen un ascenso por el que llevaba luchando mucho, trabajando mucho tiempo y sacrificando muchas cosas, ya que era una meta que se había propuesto. El problema es que para realizar este trabajo tendría que vivir en una ciudad que se encuentra a 700 Km. de donde él vive, y trabajaría todos los días excepto los martes y los jueves, por lo que no podría visitar a su familia. Y su mujer tampoco puede mudarse con él pues también trabaja en un puesto que le ha costado conseguir y sus hijos tienen allí a sus amigos y su colegio. ¿El fin de conseguir ese ascenso por el que tanto tiempo lleva trabajando justifica que deje a su familia y apenas pueda verlos?
En mi opinión el fin en la mayoría de las situaciones no justifica los medios, no cuando estos afectan a otras personas. Creo que no debemos pensar solo en nosotros mismos sino también en los demás y en el comportamiento que tenemos con ellos.  

domingo, 5 de febrero de 2012

“EL LOBO Y EL PERRO”


Cerca de un bosque, había una vez un lobo tan flaco que no tenía más que piel y huesos. Su flacura la debía, entre otras cosas, a que no se podía acercar a los ganados, pues estaban protegidos por los perros guardianes. Por eso, sólo de vez en cuando podía meterle el diente a un poco de carne.
Un día, el lobo estaba acechando el rebaño de ovejas, para ver si la suerte lo ayudaba y alcanzaba a cazar, encontró a un perro mastín que se había extraviado. El animal era rollizo y lustroso. Se veía que estaba bien alimentado. El lobo lo hubiese atacado de buena gana para servirse un buen almuerzo. Pero, con mucha sensatez, pensó que tendría que emprender una batalla y que el enemigo tenía trazas de defenderse bien.
Por eso, el lobo decidió acercársele con la mayor cortesía y entablar una conversación con él.
- Te felicito, amigo, tienes un hermoso cuerpo – dijo el lobo.
- Amigo lobo, tú no luces tan bien como yo porque no quieres – contestó el mastín.
El lobo lo miró asombrado.
¿Cómo que no quiero? A mí me gustaría estar tan bien alimentado como tú.
- Entonces, deja el bosque – repuso el perro-. Los animales que en él se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre. ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la suerte! ¡Siempre al acecho de lo que sea!
- Es verdad – dijo tristemente el lobo-. Cada día que amanece, me pregunto si tendré un buen almuerzo. Y, cuando llega la noche, casi siempre me voy a dormir con la barriga vacía.
- Entonces, no lo pienses más – repuso el perro-. Sígueme y tendrás mejor vida.
- ¿Y qué tendré que hacer? – preguntó el lobo, que desconfiado, sabía que nada era gratuito en esta vida.
- Casi nada- repuso el perro-. Tienes que proteger la casa, perseguir a los ladrones, jugar con los de la casa y complacer al amo. Con tan poco como esto, tendrás a cambio, huesos de pollo, pichones y, además algunas caricias.

El lobo, al escuchar esto, se imaginó que tendría un buen porvenir y decidió irse con el mastín y ayudarlo a encontrar su casa.
Iban caminando, cuando el lobo advirtió que el perro tenía una peladura en el cuello.
- ¿Qué es eso? – le preguntó
- Nada – contestó el perro.
- ¡Cómo que nada! Si te veo el cuello pelado. ¿Por qué lo tienes así!
- Será la marca del collar al que estoy amarrado.
- ¡Amarrado! – exclamó el lobo- ¿Qué? ¿Estás amarrado? ¿No vas y vienes adonde tú quieres y a la hora que quieres?
- No siempre… Pero eso, ¿Qué importa?
- ¡A mí me importa! Mi libertad es más importante que tu comida. El precio que debo pagar por el alimento es demasiado alto. Y la libertad es el mayor tesoro que poseo en el mundo – dijo el lobo y se echó a correr. Aún está corriendo.

Jean De La Fontaine.